El disco es lento pero sin llegar a esa agonizante velocidad del Doom y tampoco está presente de manera atiborrante esa atmósfera densa que se le atribuye a dicho género ya que si bien el disco es lento el poder rítmico del Gothic Metal le da mucho sabor a la fórmula. La voz de Guillaume Richard es por mucho unos de los mejores y más fuertes puntos de la banda; hay momentos que uno se siente realmente transportado por el sentimiento que le pone a su forma de cantar mientras que otras veces casi raya en el borde de la demencia. Musicalmente si bien es cierto que la banda no es particularmente compleja hay algunas partes donde estos franceses bordean en lo progresivo lo que le otorga algo de espontaneidad.
Este es un debut notable para el 2011 y un disco muy recomendado para quienes busquen algo no tan frenético o duro pero siempre dentro de la movida Metal, por supuesto. Hay momentos sumamente buenos  y al final todo culmina con la excelente canción Naked Truth, que resulta indudablemente el mejor tema de lanzamiento gracias a su inicio acústico y un climax bien ejecutado. Si andan buscando alguna banda nueva que demuestre que es posible tener un sonido original a pesar de poseer influencias muy marcadas y que evidentemente está inclinada hacia la evolución de su propio sonido entonces este es un disco que deberían considerar.